Emociones que enferman – desde la visión de la Medicina China

Los seres humanos somos seres conscientes y emocionales. Las emociones son parte integral de nuestra existencia, guían nuestras acciones, influyen en nuestro bienestar psicológico y físico, y a menudo son determinantes en el éxito o fracaso de nuestras acciones, trabajos o proyectos de vida.

La Medicina Tradicional China (MTC), con su enfoque holístico, sostiene que cada ser vivo consta de una dimensión física y otra emocional o espiritual. Así como las personas poseen un cuerpo físico y su propio carácter y temperamento, cada órgano interno está asociado con una emoción específica, que en su conjunto, configuran la personalidad de cada individuo.

• Elemento Metal

El órgano correspondiente al elemento Metal es el pulmón, un órgano que centraliza la energía de todo el cuerpo, ya que capta y distribuye el oxigeno a todas las partes cuerpo. Es por eso que en la Medicina China lo conocemos como el «órgano maestro de la energía».

La característica emocional del pulmón es el carisma. Una persona con el pulmón lleno de energía es alguien que irradia carisma, emana vitalidad, muestra una postura erguida y emite una voz firme y clara. Por contraste, la tristeza y la melancolía son las emociones patológicas asociadas al pulmón. Una persona con los pulmones debilitados tiende a encorvarse, hablar con una voz débil y suspirar con frecuencia. El suspiro, en este contexto, actúa como un mecanismo de autodefensa del pulmón que nos avisa de que se está encontrando en baja energía y es en este momento cuando tiene mayor susceptibilidad a enfermedades.

• Elemento Fuego

El corazón, considerado como el “palacio del espíritu (Shen)” en la MTC, es el primero en percibir todas las emociones, pero se identifica especialmente con la alegría. La alegría armoniza el corazón, mientras que su exceso, la exultación, puede dispersar el espíritu que reside en él. No es raro que un exceso de alegría culmine en un infarto de miocardio.

Por el lado opuesto, una deficiencia de energía en el corazón se manifiesta en una persona apática, desganada y sin “chispas” en la vida. La vitalidad y el entusiasmo se ven mermados, dejando un vacío donde debería haber pasión y alegría.

Siendo el corazón un órgano asociado al elemento Fuego, la Medicina China enseña que «el fuego posibilita el amor», y «el amor no puede existir sin el corazón». Por ello, un corazón sereno y compasivo es esencial para mantener un “fuego equilibrado”, permitiendo que el amor florezca en su forma más pura y armoniosa.

• Elemento Madera

El enfado no es algo negativo, simplemente es uno de los estados emocionales que todos experimentamos. Pero su exceso, la furia o la ira desmedida, puede irritar al corazón, bombeando la sangre almacenada en el hígado hacia arriba, lo que se refleja en un rostro enrojecido. Si esta ira persiste y llega al cerebro, podría provocar hipertensión o incluso hemorragia cerebral.

Para la Medicina China, expresar el enfado a través de la comunicación verbal es la mejor manera de liberarlo, proporcionándole así una salida a esa “subida de tono”. Tampoco es saludable reprimir las emociones, cuando uno aparenta estar tranquilo por fuera pero reprime su enfado por dentro, éste puede convertirse en rencor, una energía patológica que bloquea al hígado. De hecho, nombre en chino de la cirrosis se traduce literalmente como “congestión hepática”, a menudo es el resultado de años de enfado contenido.

• Elemento Tierra

Esa energía bloqueada en el hígado tiende a buscar una salida a través del conducto biliar hacia el aparato digestivo, lo que se conoce en la Medicina China como «la Madera ataca a la Tierra». La furia no manifestada del hígado fácilmente provocaría un proceso cólico o una gastritis aguda. El rencor, el exceso de trabajo intelectual, la preocupación constante, el nerviosismo interno y el estrés prolongado son los factores más comunes de los malestares del estomago. En una sociedad actual marcada por las exigencias y el constante estrés, ¿no es casualidad el altísimo índice de personas que sufren de los problemas digestivos?

• Elemento Agua

El riñón, como órgano del elemento Agua, representa la energía ancestral y genética de la persona, es esencial y profundo. En el ámbito emocional, el riñón simboliza la resistencia, la constancia y la precaución. Su energía se asemeja al agua: gota a gota, constante y persistente, capaz de atravesar incluso las rocas más duras. El agua es flexible y capaz de adaptar a cualquier terreno para alcanzar su objetivo final: el mar. No obstante, el agua posee una naturaleza poderosa y una fuerza de voluntad implacable, capaz de generar imponentes corrientes que tienen el poder de esculpir y transformar el paisaje de la Tierra.

Esta actitud resiliente es la que debemos adoptar frente a las vicisitudes y retos que la vida nos interpone. El desequilibrio en la energía de los riñones se va a ver reflejado en actitudes de poca paciencia y tolerancia, lo que puede desembocar en comportamientos temerarios o impulsivos. También es el responsable de las emociones como el miedo, las fobias y la falta de voluntad. En la Medicina  China, este fenómeno se describe con la siguiente expresión: cuando el agua del riñón es incapaz de controlar el fuego del corazón, el espíritu que allí habita se torna indómito.

Después de revisar brevemente las emociones asociados a los diferentes órganos internos, podemos comprender mejor porqué la Medicina China sostiene que todas las enfermedades tienen un origen emocional. El desequilibrio de un órgano se manifiesta en una emoción exacerbada, lo que nos hace más propensos a contraer enfermedades, lo que es lo mismo, energías patógenas o perversas según la MTC.

Vivir en salud implica una búsqueda constante de equilibrio. A menudo, de manera instintiva, elegimos un color de ropa, un sabor de comida o una actividad que nos ayude a autorregularnos.

Pero, ¿cómo podemos mantenernos en equilibrio emocional? Según el sabio Maestro Li Hongzhi, al igual que los órganos tienen sus emociones y las personas tienen sus temperamentos, el universo también tiene sus principios fundamentales: Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

En esa constante búsqueda de equilibrio y armonía de las emociones, de la salud y de la vida en general, estos principios universales nos señalan la dirección a seguir, ya que al fin y al cabo formamos parte de éste. Entonces, ¿no deberíamos comenzar cultivando nuestro corazón de acuerdo con estos principios, empezando por nuestros pensamientos, actitudes y acciones?

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