Acupuntura para dejar de fumar – cómo funciona y consejos prácticos

Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Por este motivo, destacamos la importancia crucial de abandonar el hábito de fumar, una práctica que no solo perjudica la salud del individuo, sino también la del entorno. En este contexto, exploramos métodos efectivos y menos convencionales para dejar de fumar, siendo la acupuntura uno de los enfoques terapéuticos más efectivos. Esta antigua técnica china, conocida por su capacidad para reducir el estrés y aliviar el dolor, ha demostrado ser una herramienta valiosa para muchos en su lucha contra la adicción al tabaco, proporcionando un soporte significativo en el camino hacia una vida más saludable y libre de humo.

A continuación, les explicaré brevemente cómo la acupuntura puede ayudar a dejar de fumar y cuál sería su mecanismo de acción.

En primer lugar, como todo en la vida, para que una acción que realizamos tenga una reacción positiva, debemos desearlo y actuar con convicción y decisión. El acto de dejar de fumar es una iniciativa personal que requiere determinación y fuerza de voluntad.

Por otro lado, a diferencia de la medicina occidental, en la medicina tradicional china no existe un protocolo de tratamiento fijo para tratar el tabaquismo. Al igual que en los tratamientos para adelgazar o para el dolor de cabeza, se busca encontrar el origen de los problemas que causan los síntomas superficiales. Con un tratamiento diseñado exclusivamente a medida de cada individuo, se logra finalmente el «equilibrio», que equivale al término de «salud» en todas sus facetas: física, psicológica y emocional.

Limpiar y vitalizar el pulmón

En un tratamiento para dejar de fumar con acupuntura, se busca limpiar y tonificar la energía del pulmón, ya que la contaminación causada por el tabaco debilita los pulmones, disminuyendo sus capacidades biológicas y generando dependencia a los estímulos falsos del tabaco.

Con el tratamiento de acupuntura, es común notar en los primeros días un aumento de la expectoración con flema espesa y orina de color más oscuro, como resultado de la purificación de los pulmones y la sangre a través del hígado.

Para tonificar la energía del pulmón, la técnica más indicada es la moxibustión, que consiste en calentar los puntos de acupuntura para que el calor, sinónimo de energía, llegue directamente al pulmón a través de su meridiano, devolviéndole su capacidad vital original.

Si realmente estás convencido, la acupuntura puede ayudarte a superar el tabaquismo.

Control de ansiedad

No siempre fumamos por una necesidad o dependencia puramente biológica del pulmón, sino también en momentos de mayor estrés, ansiedad o nerviosismo, y el tabaco nos crea la falsa ilusión de que «apacigua» esos nervios, lo cual no es cierto.

Durante el proceso para dejar de fumar, la falta de tabaco puede incrementar la sensación de ansiedad, especialmente en momentos de estrés. En este sentido, la acupuntura puede ayudar a calmar los nervios, relajando la tensión interna, mejorando la calidad del descanso y aportando un estado de mayor tranquilidad.

Mención especial merece la técnica de la auriculoterapia, un método muy efectivo para momentos puntuales de ansiedad. Consiste en colocar pequeñas bolitas de semillas en puntos específicos de la oreja que actúan como tranquilizantes cuando se estimulan en esos momentos de ansiedad.

Al evitar la ansiedad por la falta de tabaco, también se evita el tan temido aumento de apetito y, por consiguiente, el aumento de peso, un problema común cuando uno decide dejar de fumar.

Cambiar de hábito

Quizá lo más difícil para un fumador al dejar de fumar sea cambiar de hábito, ese automatismo de sacar el cigarrillo al tomar el café o al salir del trabajo. La fuerza de voluntad en este momento es crucial; pensar que si se quiere lograr algo, hay que poner empeño en ello. Para algunos, esto puede durar pocos días, pero para otros, semanas.

No obstante, al tener los pulmones más limpios y enérgicos, y el estado de ánimo más estable y tranquilo, el proceso para deshabituarse del tabaco será mucho más fácil. En términos generales, la adicción al tabaco no debería durar más de tres semanas para olvidarse y deshabituarse de él, es decir, habituarse a una nueva vida sin tabaco.

Algunos consejos

Por experiencia, antes de dejar el tabaco, es importante estar bien mentalizado. Una vez decidido, es preferible cortar el tabaco de golpe y no reducirlo paulatinamente, ya que tarde o temprano llegará el momento de dejar el último cigarrillo, lo cual no es tarea fácil.

Además, sugerimos tomar mucha agua, siempre que no haya síntomas de retención de líquidos. El agua purifica la sangre y acelera la eliminación de los residuos del tabaco. Al ser algo insípido, devuelve a la lengua su agudeza gustativa original, lo que hará que incluso se sienta rechazo por el olor del tabaco.

Para evitar estar siempre con chicles o caramelos, sugerimos poner un grano de pimienta debajo de la lengua sin masticar; esto también ayudará a neutralizar la ansiedad por el tabaco.

Como se puede ver, dejar de fumar es un proceso complejo que implica cambios físicos, psíquicos y emocionales. Sin embargo, las dificultades son relativas y proporcionales a la fuerza de voluntad de cada uno. Así que, les animo y les deseo una feliz vida sin tabaco.