El mito de la aspirina: nuevos estudios desafían las creencias populares

15 de mayo de 2024
No Enfermar

Durante mucho tiempo se ha pensado que una dosis diaria baja de aspirina podría prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. No obstante, investigaciones recientes han comenzado a cuestionar esta creencia extendida, indicando que el uso regular de aspirina podría acarrear más riesgos que beneficios para la mayoría de las personas.

La aspirina, disponible sin receta y conocida por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias, ha sido utilizada tradicionalmente como un anticoagulante para prevenir la formación de coágulos sanguíneos peligrosos. Sin embargo, los estudios más recientes han revelado los posibles efectos secundarios de su uso continuado, especialmente en personas que no presentan un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

El cambio de paradigma

Hasta hace poco, se recomendaba el consumo diario de una dosis baja de aspirina (81 mg) para adultos mayores de 50 años con un riesgo cardiovascular moderado. Sin embargo, un estudio reciente publicado en The New England Journal of Medicine ha desafiado esta norma.

El ensayo clínico, denominado ASPREE (Aspirin in Reducing Events in the Elderly), involucró a más de 19,000 personas mayores de 70 años en Australia y Estados Unidos. Los resultados demostraron que la aspirina diaria no reducía el riesgo de problemas cardiovasculares, sino que aumentaba el riesgo de hemorragias internas, incluidas las gastrointestinales y cerebrales.

Riesgos ocultos

Además del riesgo de sangrado, el consumo regular de aspirina también se ha vinculado con otros efectos secundarios graves. Un metaanálisis publicado en JAMA Network Open encontró que el uso prolongado de aspirina a dosis bajas incrementaba el riesgo de cáncer de estómago y de riñón.

Otro estudio de la Universidad de Edimburgo indicó que el uso crónico de aspirina podría incrementar el riesgo de insuficiencia renal aguda en personas mayores. Estos hallazgos plantean serias dudas sobre la seguridad del uso generalizado de la aspirina como medida preventiva.

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Recomendaciones actualizadas

Como resultado de estas investigaciones, diversas organizaciones médicas han revisado sus directrices sobre el uso preventivo de la aspirina. La Fuerza de Tareas de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) ahora recomienda que las personas de 60 años o más que no tienen un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares eviten tomar aspirina de forma preventiva.

Además, la Sociedad Europea de Cardiología ha emitido nuevas guías que desaconsejan el uso rutinario de aspirina en personas sanas sin factores de riesgo cardiovascular.

Conclusión

Aunque la aspirina ha sido considerada durante mucho tiempo como una herramienta valiosa para la prevención de enfermedades cardíacas, los estudios más recientes sugieren que el consumo diario en personas sin un alto riesgo cardiovascular puede traer más perjuicios que beneficios, como un aumento en las hemorragias internas y otros efectos adversos.

Estos estudios han llevado a un cambio en las recomendaciones médicas, enfatizando la importancia de una evaluación individualizada del riesgo cardiovascular en lugar de un enfoque generalizado para el uso preventivo de la aspirina. En lugar de confiar en la aspirina de manera habitual, es crucial que los individuos consulten con sus profesionales de la salud y tomen decisiones informadas basadas en su historial médico y factores de riesgo específicos.

Bibliografía:

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